domingo, 1 de marzo de 2015

CAPÍTULO II.


EL DESEO:


El punto inicial de todo logro: Recordando a Edwin C. Barnes presentándose en la oficina de Edison, ésta vez su sueño era realidad, se había convertido en su socio. Su éxito se debe a que desde el umbral tenía concreto su objetivo, sin desviar su idea inicial y empleando toda su energía en ello.




El hombre que quemó sus naves: Ésta metáfora se refiere a que no hay vuelta atrás; el que no arriesga no gana. Las decisiones las tomamos con determinación, como Barnes que creía ferviemente en su sueño, él sabía cuál era su meta y sabía que tenía que triunfar o fracasar.


El incentivo que conduce a la riqueza : Marshall Field a diferencia de sus colegas que al quemarse sus negocios decidieron abandonar cuando las perspectivas parecían difíciles, decidió quedarse y reconstruir la tienda más grande del mundo, eso fué hace casi un siglo y la tienda aún sigue de pie  como una torre, un monumento al poder de ese estado mental conocido como deseo ardiente.

Seis maneras de convertir el deseo en oro:
-determine la cantidad exacta de dinero que desea
-determine con exactitud lo que se propone dar a cambio del dinero que desea
-establezca un plazo determinado en el que se propone poseer el dinero que desea
- cree un plan preciso para llevar a cabo su deseo
-escriba un enunciado claro y conciso de la cantidad de dinero que se propone conseguir
-lea su memorándum en voz alta y repítalo dos veces por día.


¿Puede imaginarse que es usted millonario? : Todos los que han acumulado grandes fortunas primero han soñado, deseado, anhelado, pensado y planificado antes de haber adquirido el dinero. Todo ferviente deseo que este en la mente de un ser humano por más imposible que éste parezca,  usted si se lo imagina, lo puede cumplir.
¡Si lo imagina, lo puede cumplir!


El poder de los grandes sueños: Definición del propósito; el conocimiento preciso de lo que uno ansia y un fogoso deseo de satisfacerlo. Una cualidad netamente necesaria es saber dominar las fuerzas intangibles completamente disfrazadas de las oportunidades y por consiguiente convertirlas en rascacielos, aviones, vehículos, fábricas, comercios, o cualquier valor que nos satisface.
Cada fracaso lleva consigo la semilla de un éxito equivalente.  Beethoven era sordo, y Milton ciego, pero sus nombres perdurarán en el tiempo, porque soñaron y tradujeron sus sueños en ideas organizadas.


Cómo hacer que lo sueños despeguen de la plataforma de lanzamiento: Todas aquellas personas antes de conseguir el triunfo, pasan por muchas dificultades y tienen un mal comienzo. Nuestro estado mental debe estar centrado en la convicción, más no sólo en la esperanza y anhelo, además de tener una mente positiva y abierta a cualquier idea que pueda surgir en ella.

El deseo lleva ventaja sobre la madre naturaleza: El hijo de Napoleón nació sin ningún rastro físico de orejas y el médico le dijo que éste seria sordomudo de por vida. Pero él se aferró a la idea de conseguir que su hijo de alguna u otra forma oyera, a pesar de ir en contra de la naturaleza. Y es así, muchas pruebas disfrazadas de obstáculos en nuestro camino están allí para probar nuestra fé.

Un “accidente” que cambió una vida: Napoleón le compró un fonógrafo para estimular su sentido auditivo, y en efecto años después se percató de que él podía oírlo con claridad al hablarle junto a su hueso mastoideo en la base de su cráneo. Por consiguiente comenzó a contarle cuentos que le transmitieran un arduo deseo de poder oír y hablar.

Ganó un mundo nuevo con seis centavos : Su hijo creció con los sabios consejos de Napoleón sobre la confianza, y un día con 7 años de edad pidió prestado seis centavos los cuales invirtió en un periódico, lo vendió y reinvirtió su capital; y así prosiguió. Al final de la tarde, pagó los seis centavos que  debía quedándole una ganancia de 42 centavos. Su madre al verlo dormido con los 42 centavos en su puño se puse a llorar pensando sólo en un niño sordo que arriesgó su vida por dinero trás su primera aventura comercial. En cambio Napoleón vió a un pequeño valiente, confiado en sí mismo y futuro gran empresario.

El niño sordo que oyó: El niño fué a la escuela, al instituto y a la universidad. Recibiendo el mismo trato que cualquier otro joven, a pesar de no escuchar a los profesores; excepto cuando éstos les gritaban. Sus padres tuvieron problemas con los funcionarios escolares puesto a que él debió asistir a una escuela para sordomudos, pero sus padres decidieron que él debía llevar una vida normal, porque ellos bajo ninguna circunstancia se rindieron. En la última semana de la universidad tomó posesión de un aparato eléctrico que le permitiría oír, estuvo indeciso en probar el aparato, debido a su desilusión con otro similar. Finalmente lo cogió, se lo puso en la cabeza, le conectó las baterías, y ¡sorpresa!, como por arte de magia, su deseo de toda la vida de oír normalmente se convirtió en realidad.

Ideas que obran milagros :El muchacho tenía que encontrar todavía una manera definida y práctica de convertir su desventaja en una ventaja equivalente, eufórico le escribió una carta de agradecimiento a la fábrica que hizo el aparato, y ésta lo llamó, mientras hablaba con el jefe en su pensamiento surgió la idea de que él podría ser de gran ayuda para los millones de sordos que viven sin el beneficio de audífonos si pudiera encontrar una manera de relatarles la historia de su descubrimiento del mundo.
Trás pasar meses de investigación encontró maneras de comunicarse y transmitirle un mensaje a los sordos de todo el mundo, cuando lo presentó a la compañía, al momento le dieron un puesto de trabajo para que llevara a cabo su ambición.


La “química mental” hace magia : El deseo siempre será superior a lo que a simple vista parezca imposible, y no conozca el fracaso como realidad. Porque “NO HAY LIMITACIONES PARA LA MENTE, EXCEPTO LAS QUE ACEPTAMOS”.

Hey, ¿Que les ha parecido el resumen de éste primer capítulo?. Dejen sus comentarios.
A mi parecer el pensar y razonar del ser humano es trascendental en nuestra cotidianidad, la toma de buenas decisiones con un propósito claramente definido nos llevan al éxito, a la obtención de lo que queremos y necesitamos.
La pobreza siempre será un estado mental, dígame, ¿usted puede imaginarse rico, o con aquello que desea?, si es así déjeme decirle que, cualquier cosa que el ser humano pueda imaginar se puede hacer. Lo "imposible" sólo son limitaciones que usted mismo se planta.
 A continuación conoceremos en éste segundo capítulo el primer paso hacia la riqueza; el deseo. Que no es más que un estado mental de un imperioso y arduo querer de cualquier tipo de posesión, recordando que la riqueza y el desarrollo personal no sólo se tratan del dinero, podríamos satisfacernos con la resolución de algún conflicto familiar, paz interior y espiritual, u obtención de algún valor necesario.Para obtenerlo, basta sólo desearlo fervientemente, visualizarnos con ello, eliminar de nuestro vocabulario la palabra “imposible”, pensar y razonar, pero sobre todo, tener fé.